Acertijo de taxistas

Un taxista recogió a una señora que no paraba de hablar. Como no tenía ganas de entrar en conversación, simuló ser sordo y mudo señalando su boda y oídos para indicar que no podía hablar ni oír. Cuando llegó al destino, apuntó al taximetro para indicar cuánto debía pagarle. La pasajera lo hizo y se bajó En ese momento se dio cuenta de que el taxista no podía ser sordomudo. ¿Cómo llegó a esa conclusión?