Hoy publicare un acertijo largo de pensamiento lateral.

Hace muchos años había un molinero que no podía pagar el alquiler de su molino. El viejo avaro dueño del molino quería expulsarlo junto con su mujer y su hija. Sin embargo, le ofreció una opción. Si la hermosa hija del molinero se casaba con él, olvidaría las deudas y permitiría al molinero y su mujer vivir gratuitamente en el molino.

La familia se reunió a discutir la propuesta. La hija se horrorizó ante el pensamiento de casarse con el viejo, pero reconoció que era la única salida para sus padres. Se le ocurrió una idea. Lo echarían a suertes. Si el dueño ganaba, cumpliría con sus deseos. Pero si ella ganaba, el dueño olvidaría todas las deudas sin que se viese obligada a casarse. El dueño estuvo de acuerdo.

Los dos se Encontraban en un sendero lleno de piedras blancas y negras. El dueño sugirió poner una piedra de cada color en una bolsa. La muchacha sacaría luego una sin ver. Si la piedra era negra, se casaría; si era blanca, se encontraría libre y sin deudas. Con renuencia, la muchacha aceptó. El dueño se agachó para tomar las dos piedras, pero ella advirtió que hacía trampa, pues echaba en la bolsa dos piedras negras. Podría denunciarlo mostrando las dos piedras de la bolsa, pero la humillación en público haría enfurecer tanto al dueño que seguramente los expulsaría en el acto.

¿Cómo pudo la muchacha proseguir con el plan y salir airosa, aun sabiendo que en la bolsa había dos piedras negras?