Los contrabandistas frustados

Tom y Fede viajaban en coche de Ginebra a Londres. Era la primera vez que atravesaban el túnel del Canal. Tom llevaba 30 cartones de cigarrillos, y Fede, 20, todos ocultos bajo el asiento trasero. Los descubrieron en un control aleatorio y tuvieron que pasar las tasas aduanales. Como andaba corto de efectivo, Tom pagó 144 euros y liquidó la cuenta devolviendo doce cartones. Fede tampoco quiso forzar las cosas y, como necesitaba dinero, se desprendió también de doce cartones y recibió a cambio 96 euros. Suponiendo que el funcionario de aduanas aceptase como pago los cigarrillos a precio de coste, ¿cuánto costaba cada cartón y qué impuesto pagaba?